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Mostrando entradas de agosto 14, 2011

Iniciación cristiana y catequesis

En el NH Nº 7 decíamos que “ Primer Anuncio e Iniciación Cristiana se requieren mutuamente. Si sólo se realizara el Primer Anuncio, éste se volvería estéril sin la paciencia, la espera y el acompañamiento a lo largo del itinerario de la Iniciación Cristiana. Si, por el contrario, se pretendiera comenzar un proceso de Iniciación sin la puerta del Primer Anuncio, el proceso también se volvería estéril. Dando por supuesta una fe que no existe, el proceso terminaría convirtiéndose en una rutina de repeticiones que desemboca en una pasiva y formal pertenencia a la Iglesia y en una religiosidad difusa. Ahora bien, esta mutua implicación nos ayuda a comprender la relación entre los términos de este binomio: Primer Anuncio - Iniciación Cristiana.

La Catequesis Kerigmática, una expresión del nuevo paradigma catequético

La historia de una iniciación Hay una vieja leyenda del noroeste argentino que narra la iniciación del alfarero. El antiguo arte de amasar creativamente la tierra se transmite, todavía hoy, de generación en generación. Con toda la solemnidad de un rito de iniciación, el alfarero anciano ofrece al alfarero joven su mejor y más perfecta vasija. En esta entrega callada y cargada de esperanza está la herencia. Todo lo que él ha aprendido, la delicadeza de las curvas y la armonía de los colores. Todo es entregado al joven alfarero con el mismo silencio de la semilla que se hunde en el surco para generar la vida nueva. Ni siquiera una palabra se dicen. Pero en el acto de la entrega, en el tesoro dado y recibido, se comunican lo más valioso de sus vidas. El joven recibe la vasija con la ilusión de los inicios. Probablemente no sepa todavía qué va a hacer con el don recibido ni imagina, tampoco, cuánto va a crecer en él. Pero lo recibe, dispuesto al itinerario que marcará su crecimiento. C