4. En la edad de los porqué

4. En la edad de los porqué

1.Objetivo: Darnos cuenta de que no es perder el tiempo estar con nuestros hijos y escucharlos, sino todo lo contrario; sobre todo cuando hablamos con ellos de las cosas espirituales, que son el fundamento de la vida.

2. Motivación
Intercambiamos experiencias sobre las diversas y numerosas preguntas que los niños hacen, y cómo, a veces, nos ponen en situaciones un tanto embarazosas (1). Luego podemos hacer el "experimento" indicado en el número 2. Para conocer nuestra “situación” religiosa, dialogamos en base a las preguntas A), B) y C).

3. Para charlar con los chicos
Es muy importante que leamos y comentemos con el grupo, la sugerencia de diálogo con los
chicos que trae la ficha (3). La mayoría de los padres han tenido una catequesis muy básica. La "idea" de Dios que suelen traer desde su infancia, no es generalmente la imagen del Padre de Jesús.
Por otra parte, hablar de Dios a los chicos, suele parecerles muy difícil, si no imposible,. Tampoco la
imagen de Jesús es clara. Pensar en cómo empezar a hablarles a los chicos de Dios y de Jesús, nos va a servir para empezar a purificar y profundizar la imagen de Dios y de Jesús en los propios padres.

4. Oración y compromiso
Hacemos lo que nos indica la ficha (4). Sugerimos la lectura en casa de "aprendiendo a rezar" (5).

Nota: Estos primeros encuentros sirven para ir haciendo la unidad del grupo, un bajar barreras, empezar a descubrir que la fe es algo vital. Suele suceder que algún papá o mamá falte a las reuniones. En estos casos es muy importante que el coordinador o uno de los padres presentes se encarguen
de ver al ausente durante la semana, para llevarle personalmente la ficha, comentársela, interesándose primero por los motivos de su ausencia. Esto ayudará a los ausentes a darse cuenta de la importancia
de no faltar.
Lo que nunca se debe hacer es entregar las fichas directamente a los chicos, ya que el método de la catequesis familiar supone principalmente el comienzo de esta catequesis en la casa. En sus encuentros, justamente los niños se encuentran para celebrar lo recibido de sus padres. Hay que hacer el esfuerzo en estas primeras semanas, para que todos los padres tomen conciencia de lo fundamental que es no dejar pasar la semana sin charlar con sus hijos.