10º encuentro con niños

10º encuentro de niños: No te escuchamos

Objetivo: Ayudar a los chicos a sentirse hijos de Dios, y por lo tanto, dispuestos a obrar bien y vencer al mal.
Santo y seña: de la celebración anterior.

Nota previa: Vamos a trabajar en este encuentro con el mé­todo de "fotopalabras", para ello será necesario :
Material: para esta reunión se utilizarán fotografías de diarios o revistas (si son grandes mejor). Deben seleccionarse aquellas que representan escenas de la vida diaria, con actitudes positivas y negativas, por ejemplo : una familia reunida, dos amigos, una mujer embarazada, una pareja con gesto tierno, ancianos sonriendo, gente trabajando, etc., por un lado; por otro, gente peleando, escenas de guerra, un entierro, un incendio, un choque, etc. Serán necesarios además una cartulina y cola plástica, o bien una plancha de telgopor y chinches.
Metodología : el análisis de las fotografías debe hacerse en profundidad, siguiendo los siguientes pasos
1) análisis objetivo: ¿qué veo?; 2) análisis subjetivo: situación humana, ¿cómo me siento frente a esta foto? ¿por qué?; 3) significación humana: el anhelo profundo, deseo de seguridad, de paz, de amor, de vida,
de unidad, etc.

Hecho de vida : Colocar sobre la mesa las fotos mezcladas. Luego pedir a cada uno que elija una fotografía,
la que más le guste. Dejarles unos minutos.
Ahora cada uno nos va a contar por qué eligió esa foto. Pri­mero dirá qué ve en la foto y la mostrará a todos. Comencemos. Fulano, a ver ¿cuál elegiste? ¿qué ves en ella? Mostrala a todos, por favor. ¿Cómo te sentís al verla? ¿por qué? Profundizar hasta llegar a la significación humana. . Una vez que todos los chicos hayan hablado: ¿Qué les parece si hacemos con todas estas fotos tan lindas un mural? (Repartir los elementos para que puedan libremente hacerlo).¡Qué lindo quedó! ¡Cuántas cosas nos gustan! Nos gusta la amistad, nos gusta el amor, nos gusta el trabajo, la inteligencia, el progreso del hombre, etc. Mientras el catequista habla va seña­lando la foto que da esa idea. ¿Saben por qué nos gustan esas cosas? Porque nos gusta hacer cosas buenas. Nos gusta hacer todas las cosas que nos hacen parecer­nos a Dios.
¿Por qué no miramos ahora las fotos que no les gustan? Mostrar una por una. ¿Por qué no les gustan?
¿Qué cosa no les gusta? (enfermedad. miseria, guerra, asesinatos, destrucción, muerte, etc.)
Los hombres no siempre hacemos cosas buenas.
Lo vemos en estas fotos: hay muchas cosas malas que nos ponen tristes que son hechas por los hombres.

Escuchemos ahora qué no dice el Libro de la Palabra de Dios sobre todas estas cosas.
Hoy vamos a leer un trozo de San Pablo: 1ª Lectura de la carta de San Pablo a los Romanos, 7,21-23Reconstruir el texto con preguntas: Qué descubre Pablo?
¿Por qué no le resulta fácil hacer el bien? ¿Cómo se siente cuando piensa en lo que Dios le pide? Por qué dice Pablo que no puede hacer el bien que le gusta?

Contexto doctrinal: ¿A ustedes no les pasa lo mismo que a Pablo? Claro, a todos los hombres nos pasa lo mismo: queremos hacer el bien y muchas veces no lo hacemos.
Y saben por qué resulta tan difícil hacer el bien? Porque somos débiles. ¿Qué quiere decir ser débil? Claro, no tener fuerzas. Eso es lo que nos pasa: nos faltan fuerzas por dentro para elegir y hacer lo que está bien. Y les voy a explicar por qué somos así.
Ustedes tienen amigos, ¿no es cierto? ¿Y son amigos de esos chicos porque ustedes quieren o alguien los obliga a que sean amigos?
Bueno, así pasa también con la amistad de Dios con los hombres. Dios, nuestro Padre, al crear a los hombres quiso que los hombres fuesen sus amigos. Pero no obligó a los hombres a ser amigos de El. Les enseñó lo que tenían que hacer para ser sus amigos, los aconsejó, pero no los obligó a que le devolvieran esa amistad. Quiso que los hombres eligiesen si querían ser sus amigos o no.
Y saben qué pasó? Desde el principio, los hombres eligieron mal. No siguieron los consejos de Dios, no quisieron ser sus amigos. Ese rechazo de la amistad que Dios les ofrecía, que tuvieron los primeros hombres,
es lo que llamamos pecado original. Ese pecado hace que los hombres seamos d
ébiles, y nos cueste obrar bien.
Poner ejemplos de como el pecado personal de uno solo, provoca consecuencias a su alrededor.
Tomar este hecho para hacer ver que también los actos buenos influyen para hacer la vida más feliz.
Contexto actual: ¿Ustedes se dan cuenta cuando son débiles y no hacen lo que deben hacer o lo que está bien? A ver, piensen en las cosas que sabemos cómo tienen que hacerse y sin embargo las hacemos mal...
Ustedes hablaron con papá o mamá de esto, ¿Qué recuerdan? (Sabemos que tenemos que estudiar y por fiaca, por jugar, no lo hacemos. Sabemos que mamá necesita ayuda y por comodidad, por leer una revista o ver TV no la ayudamos, etc.)
Síntesis ¿Se dan cuenta? Muchas cosas tristes pasan por nuestra culpa, porque dejamos que nuestra debilidad gane. Y de ese modo también nosotros estamos diciendo a Dios, nuestro Padre, que no queremos ser sus amigos.

Oración: ¿Qué les parece si le decimos a Dios, nuestro Padre, que queremos siempre ser sus amigos? Para eso vamos a hacer un gran silencio y vamos a pensar cada uno en que cosa somos débiles (hacer una pausa en actitud recogida).Ahora digamos juntos: Dios Padre, quiero ser tu amigo.

Santo y seña 10: ¿Qué nos enseñó Jesús acerca de Dios?Jesús nos enseña que Dios es nuestro Padre bueno, que ama a todos los hombres 

10 B encuentro de niños: El arca de Noé (Gén. 6, 1 - 9, 17)

1. Marco de Referencia:

El relato bíblico retoma una leyenda popular que habla de unos seres sobrehumanos llamados «gigantes», y narraciones babilónicas del diluvio que presentan sorprendentes analogías con el relato bíblico.
En ellas se conserva el recuerdo de una gran inundación acontecida en la región del Tígris y el Eufrates, que la imaginación popular elevó a proporciones de cataclismo universal. El autor inspirado se vale de ellos para ilustrar la corrupción creciente de la humanidad y simbolizar el juicio de Dios sobre el mundo.
Es importante que los niños tengan claro que este no es un relato «histórico», sino que, como podría hacerlo una parábola, busca transmitir un mensaje. Haremos también un paralelismo con la imagen de la misericordia de Dios que se presenta en la parábola del Padre misericordioso.

2. Primer momento:
Recordar a los niños que el Génesis no es un libro histórico, sino, que a través de distintos relatos, quiere manifestar a Dios.
Leer Génesis 6, 1 - 9, 17.
Entregar a cada niño la ficha, para que subrayen:
con lápiz rojo, lo que no entienden.
con lápiz azul, lo que más les llama la atención
con lápiz negro, las frases que dan una imagen de Dios.
Este trabajo puede hacerse en grupo pero, cada uno subrayará lo propio.


3.Segundo momento:
El catequista pide a los niños que cuenten lo subrayado, primero en rojo, luego en azul y luego en negro, y hace un resumen.

4. Tercer momento:
Reconocimiento de símbolos: el relato del diluvio contiene muchos símbolos, que son los elementos a través de los cuáles el autor sagrado quiere expresar un determinado significado.
En un primer momento, los chicos releen el texto y marcan con un círculo los símbolos que encuentran: arca, diluvio, agua, arco iris, paloma.
Reflexionan, guiados por la catequista, en qué otros pasajes de la Biblia recuerdan aparecen los mismos signos.
Conclusión: Dios Padre siempre está atento al hombre y se preocupa por su bien.
Dios se va manifestando a lo largo de la historia de distinta manera, pero siempre de acuerdo con lo que el hombre puede comprender. Por eso, el Dios del Antiguo Testamento, se parece al padre de un niño pequeño, que no explica a su hijo de meses que debe recibir una vacuna o que debe tomar un determinado remedio, o que debe abrigarse para no resfriarse. Le hace colocar la vacuna, aprovecha un momento de distracción para darle el remedio o lo abriga de manera adecuada.
A medida que el niño crece, el padre explica, conversa, entra en diálogo con su hijo para que reconozca que lo que le pide no son caprichos, sino que es lo que él comprende que es lo mejor para su hijo. Dios Padre, tiene «ventaja» sobre cualquier otro padre: él sabe perfectamente qué necesita el hombre, conoce su corazón, y no se equivoca. Además, Dios hizo una alianza con los hombres que nunca rompe: él estará siempre con nosotros, envió a su hijo para sellar esa alianza, y sabemos que está dispuesto a perdonarnos siempre.

5. Quinto momento:

Lectura de la Lucas 19,1-10. (Si no se hizo en el encuentro anterior)
Cada uno completa la ficha 11B.

6º momento: Respuesta:

Se prepara, en una cartulina, el contorno del Arca de Noé.
Cada niño dibuja un «autoretrato», y del otro lado de la hoja, escribe algo que se comprometa a cambiar o mejorar. Algo que tenga que ser «salvado», o rescatado. Puede ser su relación con los padres, sus ganas de estudiar, su impaciencia, sus enojos, su incapacidad de guardar un secreto…

7. Oración:

Los chicos ponen intenciones y, uno por uno, van pasando y pegan su «autoretrato» dentro del arca, de manera que lo que escribieron no se pueda leer y que eso quede entre él y Dios.
Aclaración: El catequista debe tener en cuenta que el tamaño del arca y de los papeles en los cuales se realiza el autoretrato sea el adecuado para que todos los niños puedan colocar su papel dentro del arca.

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