Catequesis de infancia de inspiración catecumenal
Mercedes GOMEZ TRIANA
Catéchèse d’enfance d’inspiration catéchumenale
Children’s catecumenal catechesis
Esta experiencia consiste en la puesta en marcha y en el desarrollo, desde el curso 2006-2007, de un proceso de catequesis parroquial para la iniciación cristiana de niños (7-11 años) de inspiración catecumenal y de cinco años de duración.
En este proceso están integrados tanto los niños bautizados como los niños en edad catequética sin bautizar. A estos últimos se les ofrece un catecumenado auténtico según las orientaciones del Ritual para la Iniciación Cristiana de Adultos (RICA), recogidas en el documento de los obispos españoles tituladoOrientaciones pastorales para la iniciación cristiana de los niños no bautizados en su infancia. Además, se procura una nueva evangelización para los padres.
El proceso catequético, por tanto, acoge el RICA, y las orientaciones tanto de la Conferencia Episcopal como de la diócesis. Cuenta con el catecismo de infancia de la Conferencia Episcopal Española como instrumento de referencia para la catequesis, así como con los materiales catequéticos diocesanos para los dos últimos años del proceso.
1. Origen de la experiencia
El aumento de niños en edad catequética sin bautizar que llegaban a la parroquia para la catequesis de Primera Comunión y el tomar conciencia de que anteriormente se habían realizado bautizos de niños en las mismas condiciones sin la adecuada preparación o el catecumenado propio para los niños.
2. La puesta en marcha
Al ir conociendo la parroquia, supe que en un grupo de segundo año de catequesis había dos niños sin bautizar (Andrea e Iván). Su catequesis había sido, durante el primer año, la misma que la de los niños bautizados. Se planteó que había que dar un cambio y el párroco acogió de buen grado la propuesta.
Se comenzó por hacer consciente a la catequista de que existía un camino específico para los no bautizados (catecumenado). Al ser sólo dos niños los no bautizados se pensó que era mejor no separarlos del grupo, sino que toda la catequesis tuviera inspiración catecumenal, tal y como la Delegación de Catequesis de la Archidiócesis de Madrid proponía.
¿Inspiración catecumenal de la catequesis de iniciación cristiana? ¿Qué es eso? ¿Cómo llevarlo a cabo? Eso nos preguntábamos todos los involucrados, pero no nos paramos demasiado a reflexionar y nos pusimos manos a la obra con nuestros escasos medios y comenzamos:
- Formando a las 2 únicas catequistas en reuniones quincenales.
- Introduciendo las etapas, itinerario catequético, entregas y celebraciones propias del catecumenado para poder dar respuesta a la situación de los niños sin bautizar.
- Involucrando al resto de grupos de catequesis en la dinámica de inspiración catecumenal introduciendo etapas, itinerario catequético, entregas y ritos para todos los grupos de catequesis, hubiera en ellos niños bautizados o no.
- Recuperando el domingo para la catequesis. Siendo la catequesis entre semana, los domingos se propusieron también como días de catequesis litúrgica. Convocamos a padres y a niños una vez al mes a una «Eucaristía en familia». Las Misas en familia eran preparadas bien al compás del año litúrgico, bien según las entregas y ritos propios del catecumenado.
- Proponiendo un nuevo estilo de catequesis, menos escolarizada y que atendiera a las cuatro principales tareas de la catequesis: conocer, celebrar, vivir y orar.
- Convocando a los padres para informarles del desarrollo de la catequesis de sus hijos y del sentido de las distintas celebraciones dentro de las Eucaristías dominicales.
- Cuidando mucho la comunicación. Elaborando un membrete propio para todas las cartas; comunicando e informando mensualmente acerca de las fechas de las celebraciones o las Eucaristía en familia; convocando a diversas reuniones...
- Introduciendo la posibilidad de continuar el proceso de iniciación cristiana con dos años más, que culminarían en la recepción del sacramento de la Confirmación. Al principio sólo había tres años de catequesis, que terminaba cuando los niños recibían la Primera Comunión. Sin embargo, la propuesta diocesana es de una catequesis continuada durante 5 años hasta la recepción del sacramento de la Confirmación.
- Reclutando más catequistas. La falta de tiempo de los catequistas por sus responsabilidades familiares o laborales y la ampliación de los años de catequesis, hizo que tuviéramos que pedir ayuda a personas no pertenecientes a la parroquia para ser catequistas.
3. El proceso tiene una duración de 5 años de catequesis, distribuido en etapas. De 7 a 11 años.
- Cada año de catequesis constituye una etapa del proceso y tiene unos objetivos, unos contenidos, unas entregas, unos ritos y unas celebraciones[1].
- Dadas las características de la parroquia existe un único grupo de catequesis por etapa. Cada grupo está formado por una media de 10 niños. Siempre han estado juntos en el mismo grupo los niños bautizados y los no bautizados, ya que no hay un número lo suficientemente grande de niños no bautizados para que puedan formar un grupo a parte.
- La primara etapa es una etapa que podríamos denominar precatecumenal. Es el periodo de primer anuncio, en el que se ponen los rudimentos de la vida cristiana a través de la profundización en el amor de Dios Padre que nos ha creado y tiene una historia de amor con nosotros los hombres.
- La segunda etapa es la del encuentro personal con el Señor, cuya finalidad es el conocimiento de las obras y palabras de Jesucristo, de su vida, pasión, muerte y resurrección. Se procura que los niños no sólo le conozcan, sino que le amen y mantengan con Él una relación de amistad, de trato personal en la oración.
- La tercera etapa es la del descubrimiento de Jesús en la Iglesia. Ayudar a profundizar en el conocimiento de Cristo y en su acción salvadora a través de la Iglesia y de los sacramentos, es su finalidad.
- Los dos últimos años del proceso, 4º y 5º, constituyen una única etapa que conjuga la mistagogía con la profundización en la vida cristiana. Es la etapa de profundización y crecimiento en la fe. La temática fundamental es la de la vida cristiana a través de los Diez Mandamientos y la fe profesada a través de la profundización en los artículos del Credo. Por el escaso número de niños que continúan el proceso después de la tercera etapa (tras ella se recibe la Primera Comunión), existe un único grupo (4º y 5º año juntos) al que se van incorporando los niños que ya han participado de la Eucaristía.
- Las entregas y los ritos varían en función de la etapa, tal y como se indica en el cuadro, y en función de que en el grupo de catequesis haya niños bautizados o no.
- Los padres de los niños reciben formación por parte del párroco durante la tercera etapa, es decir, antes de que los niños reciban la Primera Comunión. La formación dura aproximadamente 4 meses y está centrada en el sacramento de la Eucaristía. Se pretende con ella seguir acercando a los padres a Cristo y a la vida de la Iglesia.
- Además, con los padres se tienen varias reuniones. Siempre una a principio de curso, a título informativo, señalando el itinerario que los niños van a recorrer durante la etapa, los objetivos de la catequesis, las entregas y los ritos que van a celebrarse, así como de las fechas importantes del año. También al final, en torno al mes de junio, se hay comenzado a convocar una reunión para evaluar el año, compartir y expresar expectativas, tanto por parte de los padres como por parte del párroco y el equipo de catequistas. Durante el año, las reuniones son específicas:
- Con motivo del sacramento de la Penitencia o de los Ritos penitenciales
- Con motivo de Navidad
- Con motivo de la Confirmación o la Primera Comunión de los niños
- Con motivo del Bautismo de los no bautizados
4. ¿Por qué de inspiración catecumenal?
- Principalmente porque acoge el RICA, en cuanto a la estrecha vinculación entre catequesis y liturgia. El proceso se constituye en etapas, tiene un itinerario catequético conforme a cada una de ellas y entregas y ritos propios del catecumenado.
- Además, el estilo de catequesis se procura que sea «un noviciado» de la vida cristiana en su totalidad. La catequesis es menos escolarizada y más centrada en conocer, celebrar, vivir y orar la fe; con el objetivo de procurar una iniciación cristiana auténtica.
- Para los niños sin bautizar existe un catecumenado auténtico, tal y como se indica en el RICA y en las orientaciones de la Conferencia Episcopal Española a este respecto.
5. Recepción de los sacramentos
Es importante hacer mención de los sacramentos que se reciben durante el proceso, el momento y el orden.
- Para niños bautizados. Durante la segunda etapa se acercan por primera vez al sacramento de la Reconciliación. Tras haber completado la tercera etapa del proceso reciben por primera vez la Eucaristía. Al final de la cuarta etapa, en el 5º año se recibiría el sacramento de la Confirmación.
- Para niños no bautizados. Durante la segunda etapa, en la misma celebración en la que los compañeros del grupo reciben el sacramento de la Penitencia, ellos realizan los Ritos penitenciales. Es durante la Pascua de la tercera etapa/año cuando son bautizados. En la fecha más cercana posible a la Solemnidad delCorpus Christi, reciben, junto con el resto de los compañeros de catequesis, la Eucaristía por primera vez. Igualmente, tras el 5º año, reciben el sacramento de la Confirmación.
- El orden de recepción de los sacramentos (Bautismo, Eucaristía y Confirmación) es el que la diócesis mantiene desde hace años. El orden teológico en la recepción de los sacramentos de la iniciación cristiana, recomendado también en el catecumenado de niños, no se contempla por cuestiones pastorales. Ciertamente, en una de las diócesis de la región eclesiástica, la de Alcalá de Henares, se está adelantando la Confirmación a la Eucaristía en algunas parroquias (ad experimentum), recuperando así el orden teológico. En Madrid todavía no se ha llevado a cabo, aunque parece que la cuestión se está estudiando.
6. Instrumentos para la catequesis
Imprescindible e incalculable el valor de los catequistas. El total son 4, uno para cada curso, con una muy buena formación en la fe, amor a la Iglesia y una vida interior intensa. Son el verdadero baluarte, «la gran suerte» de la parroquia. Ellos dan a conocer la fe a los niños, les enseñan a rezar, son maestros de vida, buscan el trato personal tanto con los niños como con los padres.
En catequesis los niños tienen como libro de referencia el catecismo Jesús es el Señor. El catecismo contiene la fe de la Iglesia presentada de una forma apropiada para los niños, adaptada a su edad, de forma que al final de los tres primeros años los niños puedan realizar una primera síntesis de fe. La transmisión de los contenidos del catecismo se realiza paulatinamente, en los tres primeros años o etapas. La Biblia está especialmente presente en la catequesis. Se tiene como objetivo su lectura directa, tanto por parte del catequista como de los niños.
El cuarto y quinto año se utilizan como instrumentos los materiales elaborados por la Delegación Diocesana de Catequesis titulados: Vosotros sois mis discípulos yEsta es nuestra fe. Uno está orientado a conocer y poner en práctica la vida cristiana a partir de los Diez Mandamientos y el otro es una profundización en la fe a través del estudio de los artículos del Credo.
7. Algunos datos
Desde 2007 hasta 2010:
- 6 niños de nacionalidad española en edad catequética han recibido el Bautismo.
- 40 niños han recibido la Primera Comunión.
- 5 niños han recibido la Confirmación, habiendo completado el proceso de iniciación cristiana.
- 4 niños continúan en la vida parroquial tras los cinco años.
La realidad de este proceso de 5 años es que sólo un 20% de los niños persevera y llega hasta el final. La mayoría lo abandona después del tercer año, es decir, después de haber recibido la Primera Comunión.
Resulta difícil introducir la idea de un proceso catequético continuado para completar la iniciación cristiana. Igualmente difícil es el cambio de mentalidad, entre las familias cristianas de la parroquia, respecto de adelantar la edad en la que se recibe el sacramento de la Confirmación. Se sigue pensando que en este sacramento de lo que se trata es de confirmar la fe y que para ello hay que ser, si no adulto, joven con conciencia y recibir muy buena formación. Se vincula el sacramento a la formación religiosa o catequesis de los adolescentes que, por otra parte, no es incompatible con haber recibido ya la Confirmación.
8. Algunos frutos
- Mayor asistencia a la misa dominical, especialmente de los niños, de forma significativa una vez al mes, con motivo de las entregas.
- Más ambiente de familia. Acercamiento de familias cristiana a la vida de la parroquia.
- Creación de un coro, inexistente en la parroquia. Una madre, motivada por la vida generada en la parroquia y, ante la necesidad de «voces y guitarras», se puso manos a la obra involucrando a los jóvenes.
- Confirmaciones de adultos y jóvenes. Hermanos mayores de niños que iban a recibir la Confirmación se han animado a recibirla también. Incluso la madre de uno de los niños de catequesis ha recibido la Confirmación, tras 6 meses de preparación.
- Al menos dos parejas, padres de niños de catequesis han manifestado su interés por contraer matrimonio por la Iglesia, puesto que ninguna de ellas está casada.
Estos frutos no son ni muchos ni pocos, ni grandes ni pequeños, son los que son. Manifestación de que Dios actúa y hace su obra. Es Dios quien provee la vida a través de nosotros. La parroquia es un prefabricado pequeño: el templo de aproximadamente 100m2, con tres espacios comunes (el más grande es un salón de 50m2). A la única Misa de los domingos acuden aproximadamente 60 personas, cada grupo de catequesis (1 por año) está formado por una media de 10 niños… No es una gran parroquia, no hay un gran grupo comprometido, no hay un sacerdote especialmente carismático, ni tan siquiera un templo bonito... Pero hay vida, hay acción de Dios a través de la catequesis.
9. Dificultades y fracasos
- Sólo un 11% de los niños llega hasta el final del proceso. Atendiendo al tamaño de la parroquia y a los números que barajamos, ya hemos dicho que este porcentaje se corresponde con 5 niños.
- Como ya se ha comentado, difícil introducir la idea de un proceso catequético continuado para completar la iniciación cristiana e igualmente difícil el cambio de mentalidad sobre la edad para recibir el sacramento de la Confirmación entre las familias cristianas de la parroquia.
- Gran descristianización y secularización en el territorio parroquial. El territorio parroquial es de 4.000 habitantes. La asistencia a la Misa dominical representa un 2%. Pero esto ha constituido también una gran ventaja, pues siendo pocos las novedades son siempre más fáciles de poner en marcha.
- Somos pocos los que nos dedicamos a la catequesis (7 personas contando con el párroco) y todo cuesta mucho trabajo. Sólo 2 de los 4 catequistas son de la parroquia. Tres de ellas son madres de familia, por lo que cuentan con poco tiempo. Los que no son de la parroquia viven lejos. Para la formación de catequistas y para la presencia en la Misa dominical, así como para las reuniones o relación personal con lo padres, existen muchas dificultades.
- Los padres de los niños se muestran reticentes a asistir a las reuniones que convocamos para ellos...
10. Algunas claves y convicciones
- La actuación de Dios en la pobreza y en la escasez de medios de todo tipo.
- Los catequistas bien formados, con espíritu eclesial que se saben llamados a transmitir la fe que han recibido.
- Conocimiento teórico de las orientaciones de la Iglesia respecto del Catecumenado. Esto ha ayudado muchísimo a la hora de poner en marcha y llevar cosas a la práctica.
- Los amigos. Apoyo durante los dos primeros años de gente amiga, no perteneciente a la parroquia, pero que acudía allí a Misa los domingos para crear ambiente de familia.
- La comunicación con los padres. También la tarea de comunicación que se hace en todo el territorio parroquial con motivo del principio de curso, Navidad o Semana Santa. Algunos miembros de la parroquia colaboran intensamente dedicándose al buzoneo.
- Recuperación del domingo para la catequesis. Aunque los días habituales de catequesis son entre semana, siempre se plantea el domingo, tanto a padres como a niños como un elemento que forma parte imprescindible de la catequesis. Mucho más los domingos en los que hay alguna entrega o rito.
11. Retos
- Proceso «personalizado», que atienda a esa dimensión del catecumenado que respeta los tiempos del catecúmeno. Se necesita una forma de hacer que permita discernir en qué momento los niños pasan de etapa o reciben los sacramentos.
- Proceso más global, que incluya propuestas de ocio y tiempo libre
- Pastoral de jóvenes. ¡¡Urgente!!
- Catequistas propios de la parroquia
- Formación de padres
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