29 2º domingo de Pascua



Ficha 29: Misioneros de Jesús resucitado

Introducción  Encontrando al Señor Resucitado
       El Señor Resucitado está aquí con nosotros. ¿Le reconocemos? ¿Somos conscientes de que él está aquí con nosotros en  cada celebración de la eucaristía e incluso en la vida de cada día; también y especialmente en  nuestros momentos  de prueba, dificultades y fracasos? Él ha resucitado, y nos alza y nos resucita, ahora. Pidámosle hoy que nos dé la gracia de creer en él que es el Señor de Vida.
1. Señor Mío y Dios Mío
       Ocho días después de la resurrección, los discípulos de Jesús estaban  juntos, con miedo, creyendo,  pero aun así dudando, ya que el hecho de que Jesús viviera era demasiado bueno para ser verdad.  --- De la misma manera nosotros hoy nos hemos reunido como comunidad de Jesús. Sin embargo, nosotros también somos con frecuencia tímidos y tenemos miedo, estamos llenos de preguntas, quizás de dudas, y con una fe frágil. Pero estamos juntos aquí  porque somos una comunidad que cree en Jesucristo.  Sabemos que el Señor está presente en medio de nosotros, aunque nuestros ojos no pueden verle. Y con Tomás decimos en este encuentro: “Señor mío y Dios mío”.
2. No teman: La Paz Esté con Ustedes
        Para la gente que tiene miedo es difícil mantenerse firme en aquello en que creen, y hablar abiertamente de sus convicciones. Para los que han sufrido mucho, o han visto mucho mal y aflicción, es difícil aceptar que las cosas puedan cambiar a mejor y que incluso nuestra miseria y nuestras heridas puedan  ayudar a aliviar la carga de otros. Todo esto se vuelve posible y creíble cuando encontramos al Señor Resucitado.
3. Él muestra las cicatrices de sus heridas y, sin embargo, es el Señor glorioso. Sus heridas nos sanan. Y en este encuentro  él nos dice que vayamos a divulgar su mensaje de alegría.

Reunión con los padres
1. Hacemos un resumen de los “llamados” de Dios en la Historia de la salvación. También nosotros fuimos llamados a participar en el “pueblo de Dios” que es la Iglesia, por el bautismo. Leemos el punto 1 de la ficha.
2. Leemos el texto evangélico y lo comentamos (punto 2 y 3 de la ficha). Nos detenemos en las preguntas finales, y ponemos en común las respuestas.
3. Leemos el punto 4, eligiendo todos o algunos de los textos evangélicos citados. TAMBIEN NOSOTROS RESUCITAREMOS.
4. Profundizamos en nuestra propia misión bautismal, en el punto 5 de la ficha.
5. Concluimos con un momento de oración (punto 6).

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