30 3º Domingo de Pascua



Ficha 30: Compañeros en el Camino

1. Nos ponemos “en situación” con las siguientes preguntas:
1.     ¿Qué significa tener ideales? ¿Tenemos alguna ilusión, algún anhelo, algún ideal? ¿Cuál?
2.     ¿Qué significa estar desilusionado?  ¿Alguna vez nos hemos desilusionado? ¿Qué se siente en ese momento?
3.     ¿Cómo actuamos cuando estamos ilusionados con algo? ¿Y cuando nos desilusionamos?
4..     Nuestra gente, nuestro pueblo: ¿Tiene alguna desilusión? ¿Cuáles?

Cuando terminan de reflexionar sobre la realidad, entregamos a cada persona una hoja de papel donde deberá anotar las desilusiones o dificultades que le hacen ver negra la vida. A continuación se explica que deben pasar uno por uno a pegar en un afiche negro sus desilusiones (El afiche negro representa la oscuridad del futuro, los caminos sin salida, lo ensombrecido de la vida cotidiana de cada uno).
Mientras se dice la siguiente oración:
EN EL CAMINO DE LA VIDA:   ¡Cuánta desorientación y cansancio!  ¡Cuánta desesperación que nos rebalsa!  ¡Cuánto renegar y discutir por todo y por nada!  ¡Cuánto peso de culpas cargamos en el alma!  ¡Cuántos nudos internos y externos, asfixian la calma! ¡Cuántas desilusiones grandes e ilusiones postergadas! ¡Cuántas peleas y descargas entre los que se acompañan!
Es que: -  Sólo a medias vivimos y no nos alcanza.  Sólo a medias nos conocemos y no nos basta.
-  Sólo  a medias luchamos y la tibieza nos cansa.  A medias  solamente tenemos esperanza...
 (Cuando todos terminan de pegar en el afiche sus desilusiones, se sientan de nuevo para compartir la palabra)

ESCUCHEMOS JUNTOS LA PALABRA DE DIOS
Lectura del santo Evangelio según san Lucas 24, 13–35.
         Hacemos un rato de silencio, para que la Palabra de Dios pueda anidar en nuestros corazones... - Leemos el punto 1 de la ficha. Nos detenemos en la última pregunta y compartimos la respuesta.

2. Hacemos un momento de oración (punto 2 de la ficha). Podemos agregar las siguientes súplicas:
Jesús resucitado:
Nos hablas, Señor, y sacudes la tristeza en nosotros hace mucho tiempo ya instalada.
Nos hablas, Señor, e interpretamos los hechos de tu vida y la nuestra a la luz de tu Palabra.
Nos hablas, Señor, y desciende a nuestras vidas tu fuego, tu ardor, tu Llama.
Nos hablas, Señor, y al partir el Pan te reconoce nuestra mirada.
Nos hablas, Señor, y empezamos una vida más hermosa, más plena, más comunitaria.
Nos hablas, Señor, y nuestra familia está bien unida y renovada.
Nos hablas, Señor, y esta porción de tu Pueblo está siendo evangelizada.
Nos hablas, Señor, y nuestro barrio, nuestra provincia, nuestra nación es transformada.
Nos hablas, Señor, y como María respondemos siempre a tu llamada.
Nos hablas, Señor, y anunciamos, con ardiente corazón, tu Presencia Resucitada.

3. Recordamos lo vivido en la Vigilia Pascual (renovación de las promesas bautismales) leyendo el punto 3 de la ficha.

4. Comentamos el símbolo bautismal (que los niños deberán aprender de memoria) con el punto 4 de la ficha.

5. Leemos o sugerimos leer en casa el punto 5.

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